viernes, 6 de diciembre de 2013

El Patrimonio Cultural. ¿lastre o motor de la economía en un contexto de crisis?

Se trata de un artículo realizado por Xavier Greffe en el que hace alusión a la crisis de los años 2007 y 2008, y las consecuencias que trajo consigo.

Ante la crisis son muchas las voces que se han lanzado a verter su opinión acerca de si el patrimonio cultural es beneficioso en una época de crisis, o por si el contrario, se convierte en un escollo más, puesto que el dinero que se desvía hacia este podría ser financiado por ejemplo para otras actividades como la investigación y el desarrollo de tecnologías. Pese a su carácter simbólico existen premisas que justifican el hecho de seguir apostando por el Patrimonio. Una de esas premisas las encontramos en este sentido es que contribuye al desarrollo sostenible, y al mismo tiempo  posibilita puestos de trabajos, pero para que esto se cumpla se debe incidir en la modernización del patrimonio desde el exterior, es decir, al patrimonio hay que darle una nueva mirada, una nueva perspectiva que ayude a sacar a la luz todo el potencial que posee. Cuando se alude a que los monumentos, museos, y demás dejan de convertirse solamente en algo simbólico para adquirir otras connotaciones como generador de empleos es porque la población observa que el turismo cultural y no de sol y playa se convierte en una oportunidad puesto que genera un crecimiento económico, no solo en el Patrimonio Cultural en sí, sino a sus alrededores. Estos argumentos deben verse como una ofensiva ante la postura de las instituciones que han decidido ante la crisis económica.
Aparte de lo relacionado con la cultura y el turismo, y los beneficios derivados de dicha unión, hay que comentar la vinculación de la cultura con la creación también tiene efectos positivos. La cultura no solo produce beneficios intrínsecos asociados al ámbito estético, sino además produce beneficios que no están relacionados con lo estético, como los beneficios educativos, puesto que al conocer el patrimonio mejora por ejemplo la asimilación de nuevos conceptos. Además, el arte favorece una mayor socialización de las personas y un proceso de integración social. Entonces de todo esto se deduce que la cultura en su acepción más general contribuye a una cohesión social, a limitar los comportamientos agresivos, aunque se ha de señalar que no todos los individuos adquieren ciertas pautas,  valores, o las adquieren a un ritmo de tiempo diferente  o simplemente no las adhieren.
En cuanto al patrimonio y al desarrollo medioambiental hay que señalar que a diferencia de las nuevas construcciones, las antiguas permiten el ahorro de energía, por lo que desde el punto de vista medioambiental la segunda opción es la más positiva en este sentido ya que los materiales empleados como la madera, piedra, y demás no implican tanta energía incorporada  ni son tan perjudiciales para el medio ambiente como sí ocurre con el caso del plástico, aluminio, etc.. En otro orden, si miramos al patrimonio en el ámbito de nuestras vidas y que queda incorporado en el paisaje podemos observar como la sociedad convive diariamente con el patrimonio, y es la sociedad quien le proporciona un sentido al fomentarlo y al adoptar políticas de conservación para el mismo.
Cabe hacer mención que el patrimonio pese a su apariencia rígida no es algo inmutable. Además, de esto existen 4 tipos de patrimonio: El primero, el patrimonio de distrito patrimonial donde existe un patrimonio importante asociado a la presencia de un monumento principal, y asociado a la presencia de un lugar histórico. Luego nos encontramos con los distritos de valorización del patrimonio: Con la renovación de edificios por ejemplo se quiere contribuir en lo posible para lograr ciertas animaciones y actividades por medio de talleres, estudios de creación, etc. En tercer lugar, encontramos la re-conversión de solares industriales en solares culturales ofreciendo nuevos servicios en zonas que antes estaban abandonadas y posibilita a los grupos locales el poder reconstruir sus identidades. En último lugar, se encuentra el distrito de cultura material que hace mención a los productores de objetos.
En otro orden, frente a las estrategias físicas destinadas a la conservación y protección del patrimonio material, tendremos que enfocar dichas estrategias de diferente forma si estamos atendiendo a un patrimonio inmaterial puesto que para su supervivencia emplearemos otros métodos tales como la formación y transmisión de actividades frente a la restauración por ejemplo. Por último, para dar a conocer el Patrimonio Cultural hay que emplear los esfuerzos en la población infantil para que de esta forma vayan adquiriendo los conocimientos necesarios para poder conocer y valorar el Patrimonio.

Para concluir, se puede afirmar que Xavier Greffe apuesta por la idea de seguir invirtiendo en el patrimonio, puesto que entre otras cosas permite crear puestos de trabajo. En mi humilde opinión, pienso de la misma forma que Greffe, puesto que si algo posee una rentabilidad como es el patrimonio que ofrece una rentabilidad social debe seguir existiendo las inversiones para el mismo.

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