Se trata de un artículo realizado por Xavier Greffe en el que
hace alusión a la crisis de los años 2007 y 2008, y las consecuencias que trajo
consigo.
Ante la crisis son muchas las voces que se han lanzado a
verter su opinión acerca de si el patrimonio cultural es beneficioso en una
época de crisis, o por si el contrario, se convierte en un escollo más, puesto
que el dinero que se desvía hacia este podría ser financiado por ejemplo para
otras actividades como la investigación y el desarrollo de tecnologías. Pese a
su carácter simbólico existen premisas que justifican el hecho de seguir
apostando por el Patrimonio. Una de esas premisas las encontramos en este
sentido es que contribuye al desarrollo sostenible, y al mismo tiempo posibilita puestos de trabajos, pero para que
esto se cumpla se debe incidir en la modernización del patrimonio desde el
exterior, es decir, al patrimonio hay que darle una nueva mirada, una nueva
perspectiva que ayude a sacar a la luz todo el potencial que posee. Cuando se
alude a que los monumentos, museos, y demás dejan de convertirse solamente en
algo simbólico para adquirir otras connotaciones como generador de empleos es porque
la población observa que el turismo cultural y no de sol y playa se convierte
en una oportunidad puesto que genera un crecimiento económico, no solo en el
Patrimonio Cultural en sí, sino a sus alrededores. Estos argumentos deben verse
como una ofensiva ante la postura de las instituciones que han decidido ante la
crisis económica.
Aparte de lo relacionado con la cultura y el turismo, y los
beneficios derivados de dicha unión, hay que comentar la vinculación de la
cultura con la creación también tiene efectos positivos. La cultura no solo
produce beneficios intrínsecos asociados al ámbito estético, sino además
produce beneficios que no están relacionados con lo estético, como
los beneficios educativos, puesto que al conocer el patrimonio mejora por
ejemplo la asimilación de nuevos conceptos. Además, el arte favorece una mayor
socialización de las personas y un proceso de integración social. Entonces de
todo esto se deduce que la cultura en su acepción más general contribuye a una
cohesión social, a limitar los comportamientos agresivos, aunque se ha de
señalar que no todos los individuos adquieren ciertas pautas, valores, o las adquieren a un ritmo de tiempo
diferente o simplemente no las adhieren.
En cuanto al patrimonio y al desarrollo medioambiental hay
que señalar que a diferencia de las nuevas construcciones, las antiguas
permiten el ahorro de energía, por lo que desde el punto de vista
medioambiental la segunda opción es la más positiva en este sentido ya que los
materiales empleados como la madera, piedra, y demás no implican tanta energía
incorporada ni son tan perjudiciales
para el medio ambiente como sí ocurre con el caso del plástico, aluminio, etc..
En otro orden, si miramos al patrimonio en el ámbito de nuestras vidas y que
queda incorporado en el paisaje podemos observar como la sociedad convive
diariamente con el patrimonio, y es la sociedad quien le proporciona un sentido
al fomentarlo y al adoptar políticas de conservación para el mismo.
Cabe hacer mención que el patrimonio pese a su apariencia
rígida no es algo inmutable. Además, de esto existen 4 tipos de patrimonio: El
primero, el patrimonio de distrito patrimonial donde existe un patrimonio
importante asociado a la presencia de un monumento principal, y asociado a la
presencia de un lugar histórico. Luego nos encontramos con los distritos de
valorización del patrimonio: Con la renovación de edificios por ejemplo se
quiere contribuir en lo posible para lograr ciertas animaciones y actividades
por medio de talleres, estudios de creación, etc. En tercer lugar, encontramos
la re-conversión de solares industriales en solares culturales ofreciendo nuevos
servicios en zonas que antes estaban abandonadas y posibilita a los grupos
locales el poder reconstruir sus identidades. En último lugar, se encuentra el
distrito de cultura material que hace mención a los productores de objetos.
En otro orden, frente a las estrategias físicas destinadas a
la conservación y protección del patrimonio material, tendremos que enfocar
dichas estrategias de diferente forma si estamos atendiendo a un patrimonio
inmaterial puesto que para su supervivencia emplearemos otros métodos tales
como la formación y transmisión de actividades frente a la restauración por
ejemplo. Por último, para dar a conocer el Patrimonio Cultural hay que emplear
los esfuerzos en la población infantil para que de esta forma vayan adquiriendo
los conocimientos necesarios para poder conocer y valorar el Patrimonio.
Para concluir, se puede afirmar que Xavier Greffe apuesta
por la idea de seguir invirtiendo en el patrimonio, puesto que entre otras
cosas permite crear puestos de trabajo. En mi humilde opinión, pienso de la
misma forma que Greffe, puesto que si algo posee una rentabilidad como es el
patrimonio que ofrece una rentabilidad social debe seguir existiendo las
inversiones para el mismo.
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